La policía antidisturbios de Turquía ingresó a la plaza Taksim, en Estambul, ocupada desde hace casi dos semanas en el marco de una protesta contra el gobierno que se extendió por el país.
La policía ha disparado gases lacrimógenos y cañones de agua.
Los agentes quitaron las pancartas colocadas por los manifestantes y las reemplazaron con la bandera nacional y un retrato del padre del Estado turco, Kemal Ataturk.
La ofensiva de la policía se produce un día después de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, aceptó reunirse con los líderes de las protestas para tratar de solucionar la crisis.
Las protestas, originadas por la destrucción de un parque en Estambul para construir un centro comercial, se convirtieron en una manifestación más amplia contra Erdogan, acusado por sus críticos de imponer un régimen autoritario.
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